No soy la madre de Caillou

Es cierto que los hijos dan sentido a tu vida… ¡Pero a la que tenías antes! Lo siento, no soy perfecta… No soy la madre de Caillou

Menú

Widgets

Buscar

Saltar al contenido.
  • Home
  • Hoja en blanco
  • ¡Y punto pelota!
  • Crónicas Marquianas
  • Acerca de mí
    • Y acerca del blog
  • Contacto

¿Quieres recibir todas las novedades de No Soy la Madre de Caillou en tu correo electrónico? Sólo tienes que introducir tu dirección en el cuadro inferior y darle al botón de "Seguir".

Sociales

  • Ver perfil de nosoylamadredecaillou en Facebook
  • Ver perfil de @nslmdc en Twitter
  • Ver perfil de nslmdc en Instagram

Instagram

¿Veis a esta pequeña contorsionista? Es mi Medianita Favorita, mi Koala, mi Bolita, la Bola Que Más mola... 🐨 Este fin de semana ha competido por primera vez. No lleva mucho tiempo entrenando, le ha pasado de todo en estos meses y llegaba un poco justa de tiempo. Pero fue a por todas. 🤸‍♀️ El objetivo era que consiguiera salir al tapiz, acabar el ejercicio y, sobre todo, disfrutar. Cumplió con creces. Mi niña valiente pisó firme, miró de frente a los jueces y brilló tanto como su precioso maillot. ✨ Yo, que soy muy "Madre-De-La-Pantoja", lloré con hipos, mocos y temblequera. Que no es que sea muy significativo porque lloro hasta cuando hacen de flor en la obra de Navidad, pero... es que yo llevo una artista frustrada dentro y, aunque sé que es un error, proyecto en ella mis ilusiones y... oye... ¡que me da 'gustico'! 😂 Cuando acabó, me dijo: "mamá... estaba nerviosísima... ¡Pero me ha 'encantao'!" 😅 No os voy a contar cómo quedó porque ya sería abusar... Y porque eso no es lo importante. 😉 Lo verdaderamente importante de esta historia es que esta gimnasta de tan solo 7 años tiene un sueño. Y ganas de luchar por él. Ha encontrado algo que le motiva y por lo que es capaz de trabajar duro y renunciar a otras cosas a las que los niños no suelen querer renunciar. Algo que le empodera y le alimenta la confianza en sí misma. ❤️ Su pasión. ❤️ Vendrán otras pasiones, lo sé. Pasará esta etapa de su vida y llegarán otras. Pero, elija lo que elija en su camino, mi pequeño Koala habrá aprendido que, con trabajo y constancia, podrá alcanzar muchas metas. No todas, pero muchas. 😊 Sabrá que ella es capaz. Que es valiente. Que tiene talento. Sabrá lo que se siente cuando te cosquillea el gusanillo de la emoción. Sabrá que, en equipo, es mejor. Que no está sola. 💛 Y sabrá (espero) que mamá está ahí para apoyarla. Que lloraré con cada ejercicio y miraré al cielo para que el Yeye le dé fuerza. Que siempre que me necesite, ahí estaré. Y que recorreré con ella su camino, aunque sea dos pasitos más atrás, hasta asegurarme de que llega al lugar con el que siempre soñó. ✨ No dejes de soñar, cariño... ¡No dejéis de soñar! 🌈
Hoy se ha celebrado el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y yo no he podido evitar acordarme del día en que mi Comino Mayor se convirtió en Ingeniera de Cominos. Fue en 2014, con 5 añitos recién cumplidos: . - Mamá, ¿qué hay debajo del suelo? - ¿De qué suelo? - Del suelo… de este suelo por el que vamos - Ah… pues... el metro - ¿Y debajo? - Pues… Rocas… - ¿Y debajo? - Mmmm… agua - ¿Y debajo? - (A punto de decirle “¡y yo qué sé!”) Más roca… roca y tierra… y más agua… así todo el rato - ¿Y debajo? - (Con una idea genial) El fondo del mar, hija. Pero el fondo-fondo ¡donde no ha llegado nadie! - Ah… ¿y debajo? - Debajo ya no hay nada… debajo está el centro de la Tierra, que es todo de fuego y no hay nada más que fuego - ¿Y quién vive ahí? - Nadie, hija. En el fuego no se puede vivir. ¿Tú podrías vivir en una chimenea? - Si está apagada… sí… - (Yo ya cabreada como una mona…) Ya, claro… pero si estuviera encendida no, ¿a que no? Pues el fuego del centro de la Tierra no se apaga nunca. Como mucho sale por los volcanes, pero no se apaga - Ah, vale. . - Mamá… - ¿Qué? - ¿Y debajo? - ¿¡¡Debajo de qué, hija!!? - ¡Del fuego! - ¡Ay! debajo del fuego empieza otra vez todo igual, pero al revés. Otra vez el fondo del mar, otra vez las rocas, la arena, el agua, el metro y el suelo… pero el suelo de la otra punta del planeta. . Cuando se calló, empecé a darle vueltas al tema: que si tenía que prestarle más atención, que no le vale cualquier respuesta, que cuántas cosas le estaré explicando mal… . A los pocos días, me dijo: - Mamá, creo que me has gastado una “bromita” con lo del suelo, porque el otro día íbamos con papá por la calle y había unas obras y estaba el suelo levantado y ¿sabes qué? Debajo no está el metro… primero hay arena… Así que es: suelo-arena-metro-rocas-agua-piedras y arena-fondo del mar- fuego y otra vez lo mismo pero al revés hasta salir por el otro lado del planeta. . Pero no te preocupes, mami, que yo sé que me estabas gastando una bromita…
Desde que vivimos lejos del cole, los viajes de ida y vuelta nos dan para mucho. Cuando no hay exámenes, aprovechamos para hacer balance de nuestros fines de semana, para descubrir canciones nuevas, o simplemente para charlar de lo que nos preocupa. 😊 Pero si hay examen, entonces toca repasar. Hace poco fue el turno de la Ingeniera de Cominos, que se examinaba de Lengua de 4º de Primaria. 👩‍🏫 - IC: Las formas no personales de los verbos son tres: infinitivo, gerundio y participio. - Yo: Muy bien, cariño. ¿Y qué más? - IC: El infinitivo puede acabar en -ar, -er, -ir; el gerundio en -ando o -iendo, y el participio en -ado o -ido. - Yo: Perfecto. Te lo sabes genial. ¿Me pones algún ejemplo? - IC: Es que de gerundios no se me ocurre ninguno... - Yo: ¡Hombre! ¡Pues todos los días te digo yo uno! ¿Qué te digo siempre por las mañanas cuando quiero que te muevas? - IC: ¡Andando, que es gerundio! - Yo: ¿Ves? Ahí tienes uno... - IC: Claaaaro... ¡Por eso dices "que es gerundio"... ¡porque es gerundio! ¡Jajajaja! 😀 Tan contenta con su descubrimiento, empieza a poner ejemplos: "¡Cantando, leyendo, comiendo, riendo..!" 💃 Entonces mi Koalita, que cuando sabe algo -y sobre todo si es de lo que estudia su hermana mayor- se pone nerviosísima y quiere decirlo rápido-rápido, grita superemocionada: 🐨 - ¡Yo sé uno, yo sé uno! ... ¡ARÁNDANO! 😂😂😂😂😂 #felizlunes #lavidakoalaeslavidamejor #felizdelavida #arándanoqueesgerundio #nosoylamadredeCaillou
Hace tiempo, por razones que no puedo resumir en 2000 caracteres, le conté a Mis Monas cómo habían sido sus partos. El del Comino Mayor del Reino fue fácil, que ella es “hija de mi tripa”, pero Mi Koalita y La Plon salieron por donde estaba previsto que salieran, lo cual hizo que descubrieran que ellas son “hijas de mi chocho”. . Porque sí... lo confieso, en casa a veces decimos "chocho"... No es que vayamos por la vida diciendo “chocho”, tampoco es eso… pero a veces, de broma, a "la pitusina" la llamamos así. . Imaginaos la que se lió... El Koala y Tercerita lloraban de la risa: “¡Hija de tu chocho, hija de tu chocho!”, gritaban entre lágrimas... . La Ingeniera estaba lívida. Impactada por esa imagen de sus hermanas saliendo de salva-sea-mi-parte entre coágulos y viscosidades, apenas pudo articular un “menos mal que yo no salí por ahí”, agradeciéndole al César su vía alternativa de salida y tratando sin éxito de disimular el asco que le provocaba todo aquello. . Pasaron los días y la fiebre del chocho fue bajando en casa hasta que, hace poco, andaba yo en modo hidra apagando luces y gritando esas cosas tan de madre que yo JAMÁS iba a gritar como "¡¿Y esta luz a quién alumbraaa?!" , "¡La próxima factura de la luz la pagáis DE-VUES-TRA-HU-CHAAAA!” y hasta algún que otro" ¡A ver si os creéis que vuestra madre es el Bancoespaña (así, todo junto)!", cuando pillé a Tercerita, impertérrita, saliendo de su habitación y dejando la luz encendida. . Sin despeinarse, delante de mis narices. Como si la historia no fuera con ella. Como si el calentamiento global no fuera con ella... ¡Como si el Universo entero no fuera con ella! . Entonces, fuera de mí, atónita ante tamaña desfachatez, puse los brazos en jarras en esa esa pose tan de madre que yo JAMÁS iba a adoptar y, cortándole el paso y señalando la lámpara, vociferé: “y usted, SE-ÑO-RI-TA, ¿De dónde sale? ¿eeeeh? ¿DE-DÓN-DE-SA-LEEEE?” . A lo que ella, sorprendida por el gesto, probablemente asustada por el grito y, por encima de todo, angustiada ante la posibilidad de no atinar con la respuesta correcta, me miró desde abajo con gesto de duda y tartamudeó con más miedo que firmeza: . – No sé, mamá… ¿¿De tu chocho...?? .
. Tomé la decisión de separarme embarazada de mi tercera hija. Recuerdo perfectamente el momento, ese instante en el que abrí los ojos, miré mi vida de frente y supe lo que tenía que hacer. Fue el comienzo de una revolución. Una revolución que se gestó en lo más profundo de mi ser al tiempo que mi cuerpo la gestaba a ella. . Su nacimiento fue uno de los momentos más duros de mi vida. Estaba convencida y decidida, pero también asustada, triste, confundida, cansada, dolida. Me sentía fracasada. Sola. . La oxitocina hacía su trabajo y me subía a lo más alto de la cima de la emoción con cada contracción, con cada centímetro dilatado, para alcanzar el culmen cuando con mis propias manos terminé de sacar a mi chiquitina y la abracé por primera vez. Redondita. Calentita. Preciosa y Perfecta. Única. . Mi Plon… . Si cierro los ojos todavía puedo olerla... . A partir de ahí, todo se nubla. Su primer año de vida sigue borroso en mi memoria. Y el dolor que eso me provoca aún me rompe la mirada y me parte en dos por culpa de la culpa. Aunque ya no me sienta culpable por nada. Aunque ahora sea una mujer diferente. . Poco antes de su primer cumpleaños, pasaron cosas horribles en casa. El Padre de las Criaturas se fue para volver días después para soplar su primera vela. Tuvimos que turnarnos. Mientras ellos celebraban, yo deambulaba por la calle. Tenía frío. Miré el reloj. Las siete y cuarto de la tarde. Justo un año. Un año de aquel primer abrazo. Me sentí vacía. Sola. . Todo lo que pasó después fue mejor. Pasó otro año y yo ya no era la misma. Pude hacer memoria y prometer a mi bebé que ya no iba a tener frío. Pude escribir. Escribir otra vez. Después cumplió tres, cuatro, cinco... Y yo, con ella, fui cumpliendo mis promesas. Pero el frío… el frío vuelve, como el mes de enero... . Hoy ese bebé cumple seis años. SEIS. Y la mujer que ahora soy los cumple con ella. Orgullosa del camino recorrido. Consciente de mi fortuna. Feliz.
¡Aguanta, pequeño Julen! Todos te estamos esperando. 🙏🙏🙏

tristeza

Duele

19 octubre, 2018NoSoyLaMadreDeCaillou Deja un comentario

Duele. Duele cuando aciertan justo ahí. Donde más duele. Sigue leyendo →

Compártelo si te gusta:

  • Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
  • Click to share on Facebook (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva)

Me gusta:

Me gusta Cargando...
dolorduelelluevellueveyduelelluviatristeza
Blog de WordPress.com.
A %d blogueros les gusta esto: