Esta mañana, la TíaA nos ha mandado un vídeo en el que un león rugía dando los buenos días en inglés y gritando “hello!”.
El Koala y yo nos moríamos de la risa.
A la Ingeniera de Cominos, sin embargo, no parecía hacerle gracia.
- Mamá, no lo entiendo.
- ¿El qué no entiendes, hija? ¿Good morning y Hello? ¡¡Pues vaya con el colegio bilingüe!! –le respondo yo, para chincharla un poco.
- Sí, eso sí… No entiendo lo otro… el vídeo… ¿Qué es?
El Koala, que cuando se sabe la respuesta se pone contentísima y quiere ser la primera en hablar, contesta súper rápido:
- ¡Yo lo sé, yo lo sé! ¡Es un león que habla! –dice nerviosísima.
- Sí, hombre… los leones no hablan –apunta rápidamente el Comino Mayor.
- ¿Cómo que no? –añado yo– ¿No estás viendo que sí? Este león habla en inglés… ¡pero habla!
En este punto, la Ingeniera empieza a colapsar…
- ¡Venga ya, mamá! ¡En serio! ¿Qué es?
- Pues… es que yo sólo veo un león que habla –insisto yo, que el camino al cole es largo y da para chinchar mucho –¿Qué crees tú que es si no es eso?
- Pues… yo creo que es un vídeo de un león rugiendo y que alguien le ha puesto por detrás una voz de persona diciendo “good morning” y “hello”.
Entonces La Plon, a la que no parecía interesarle mucho el tema pero que mucho me temo que sigue la línea de su hermana mayor –por no decir “cuadrícula”–, añade:
- ¡Nooo, no es eso! (así, con voz de “ñiñiñí”) ¡Yo sí que sé lo que es!
Y mientras El Koala sigue insistiendo a gritos en que es un león que habla, mi pequeña Tercerita, con sus cuatro años y medio, sentencia:
- ¡¡¡Es un señor disfrazado de león!!! ¡¡Que los leones NO-HA-BLAN!!!
Menos mal que Mi Medianita Favorita resiste…