No sé por qué siempre me toca a mí ser la madre.
Siempre el papel de adulta en esta obra interminable.
Qué fastidio. Sigue leyendo
No sé por qué siempre me toca a mí ser la madre.
Siempre el papel de adulta en esta obra interminable.
Qué fastidio. Sigue leyendo
Todas las mañanas, cuando llegamos al colegio, la Ingeniera de Cominos me da un beso acelerado en la puerta y se va corriendo al rincón del patio donde queda con sus amigas.
16:30h. Patio del colegio. Salen Mis Monas: Medaslamerienda mayor, Medaslamerienda mediana y Medaslamerienda pequeña.
«Venga, vamos, que llegamos tarde».
(Nota mental: Debería apuntar las veces que digo esta frase al día… Aunque entonces se me haría aún más tarde… 🤷🏼♀️)
—Mamá, ¿qué es ser una perra en la cama? —me pregunta mi Koala de 7 años con su voz dulce y cantarina y sus enormes ojos redondos y curiosos clavados en los míos -ojerosos, cansados y atemorizados-.
Hoy es el cumpleaños de Tercerita… De mi Pequeña Plon, del Pompón, de mi Sorpresa, mi Perdonavidas, mi Bombón, mi Bebé… Que ya cumple cinco. Sigue leyendo
Me recuerda Facebook por qué un día como hoy, hace tres años, decidí prohibir los villancicos en casa… La «culpable», cómo no, fue la Ingeniera de Cominos, que entonces tenía 5 años.
Estoy empezando a plantearme seriamente dejar de conducir a solas con la Ingeniera de Cominos. Yo creo que aprovecha que voy atada y sin posibilidad de escape para atacar a traición y por la retaguardia.
–¿Te puedes creer, mamá, que hay niños que piensan que los Reyes Magos no existen?
¡Que son los padres, dicen!– me suelta hace unos días así, a bocajarro.
Esta mañana, la TíaA nos ha mandado un vídeo en el que un león rugía dando los buenos días en inglés y gritando “hello!”. Sigue leyendo
El cine es siempre una fuente de conflicto para mi Ingeniera de Cominos, que es incapaz de sentarse a ver una película y disfrutar de lo que ve, sin más, como hacemos el resto de los mortales. ¡Que se lo digan al Niño Pizo! Menudo verano se ha pasado el pobre viendo Harry Potter en bucle e intentando dar respuesta a las innumerables cuestiones de su prima, a la que no le cuadraba casi nada de la historia… Sigue leyendo
Eras sólo un bebé cuando empezó a asombrarte el mundo, ese mundo que mirabas con los ojos muy abiertos desde tu sillita, en silencio, profundamente, sin sonreír, como si tu cabecita ya alcanzara a comprender lo que los mayores apenas intuíamos… Sigue leyendo