No sé por qué siempre me toca a mí ser la madre.
Siempre el papel de adulta en esta obra interminable.
Qué fastidio. Sigue leyendo
No sé por qué siempre me toca a mí ser la madre.
Siempre el papel de adulta en esta obra interminable.
Qué fastidio. Sigue leyendo
Estoy empezando a plantearme seriamente dejar de conducir a solas con la Ingeniera de Cominos. Yo creo que aprovecha que voy atada y sin posibilidad de escape para atacar a traición y por la retaguardia.
–¿Te puedes creer, mamá, que hay niños que piensan que los Reyes Magos no existen?
¡Que son los padres, dicen!– me suelta hace unos días así, a bocajarro.