Hoy hace un año que fue 18 de marzo.
18-03-18. Casi capicúa.
El 18 de marzo de hace un año era domingo. Hacía un día precioso. La Tía A estaba aquí. Papino-Rino estaba en el hospital… Estaba vivo.
Al día siguiente, era el Día del Padre.
Teníamos un albornoz en una caja, envuelto con papel de regalo. Y bombones de los que le gustaban.
Por la tarde, la Tía A se volvía a La Ciudad Innombrable.
Pensamos: “Están las hijas. Está el padre. Están los regalos… ¡No necesitamos nada más!”
“¡Feliz Día del Papino-Rino!” -decidimos-
Ya casi todo daba igual… cuanto más un número.
Nos hicimos unas fotos preciosas. Las últimas.
Abrimos los últimos regalos.
Le dimos muchos de los últimos besos.
Compartimos el último saludo a cámara, felices.
Padre e hijas. Por última vez.
Al día siguiente fue 19 de marzo. Y también lo será mañana.
19-03-19. Casi capicúa.
Pero yo ya no tengo Padre que celebrar.
Mañana no habrá Feliz Día del Padre.
Feliz Día del Papino-Rino, hoy.