Daganzo de Abajo desapareció entre la bruma del recuerdo hace más de un siglo. Sus últimos vecinos de entonces, empujados por la soledad y la despoblación, se repartieron entre las localidades de Ajalvir, Alcalá de Henares y Daganzo de Arriba. No sabían estos últimos la suerte que tenían… porque resulta que Daganzo de Arriba es un lugar en el que los sueños se hacen realidad.
No creo que ella soñara nunca con cumplir su sueño precisamente allí, en Daganzo de Arriba. Tampoco creo que se imaginara que sería su corazón el que la llevara hasta su nuevo destino.
El caso es que allí, en Daganzo de Arriba, mi amiga Ana Belén Medina ha visto cumplir dos sueños por los que ha luchado durante años:
El baile, su pasión. La recuerdo desde niña en el cole con moño y tutú. Años después, enfundada en unas mallas repartiendo energía y buen rollo.
El amor, su recompensa. Apostó por ella misma con el velo de novia ya atusado y oliendo a azahar y supo ser valiente y salir corriendo a tiempo. Ese tiempo que ahora ha querido premiarla con creces.
En Daganzo de Arriba, con el corazón contento, mi gran amiga abre en los próximos días DAMSU, que suena mucho a “sueño de danza”, que incluye sus iniciales y que resume una vida de lucha, optimismo, valentía y esfuerzo.
Así es ella y así son sus clases de Zumba, Pilates, Entrenamiento funcional, Salsa, Bachata y Kizomba. Optimistas, valientes y divertidas. El esfuerzo… lo tienes que poner tú. La semana que viene lo podréis comprobar, porque celebra sus jornadas de puertas abiertas. Cuando las conozcáis, no podréis parar.
Cuando la conozcáis a ella, querréis iros a vivir allí
Sí, allí. A Daganzo de Arriba. Que está aquí mismo, al ladito de todo.
Y… quién sabe… quizá también vuestros sueños se hagan realidad.
No soy la madre de Caillou 