Una madre de ésas

A mi mami… que me ha enseñado que, pase lo que pase, mamá siempre está ahí

Soy una madre de ésas que cada noche se promete que al día siguiente no correrá, que lo hará mejor, que no gritará, que tendrá más paciencia, que será como esas madres fantásticas de las revistas que colechan, lactan, razonan, crean, pintan y bailan. Pero que al día siguiente vuelve a regañar a sus hijas porque no desayunan lo suficientemente rápido.

Soy una madre de ésas que casi siempre mira a sus hijas como si fueran los seres más perfectos del planeta, preguntándose cómo es posible juntar tanta suerte y belleza en una misma habitación. Pero que cuando repasa los álbumes de fotos se plantea cómo alguna vez pudo ver bonito a ese bebé que ya creció.

Soy una madre de ésas que cada día intenta dar marcha atrás a las agujas del reloj para arañar algo de tiempo al tiempo y poder disfrutar de sus hijas y con sus hijas… que corre todo el día para llegar corriendo a la puerta del cole y sentir entonces que allí se para el mundo. Pero que cuando se acuestan y se duermen siente que empieza la vida.

Soy una madre de ésas que se ha jurado a sí misma que cuando tenga de nuevo las dos manos libres no volverá a usar jamás un bolso bandolera.

Soy una madre de ésas que brujulea y busca planes fantásticos para llenar el fin de semana de todo aquello a lo que no llega a diario. Pero que sueña con cena y copas rodeada de gente de su estatura.

Soy una madre de ésas que cada vez que una de sus hijas sopla una vela más en la tarta le gustaría detener el tiempo para siempre. Pero que vive pensando en el día en que las tres caminen, se bañen, cenen, se peinen… solas.

Soy una madre de ésas que se siente culpable, que piensa que no lo hace bien, que se lo echarán todo en cara cuando sean mayores… hasta que oye el penúltimo “te quero, mami”…

Soy una madre de ésas que atesora en un rinconcito de su memoria el primer “mamá” de sus hijas… pero que al enésimo “mamááááááá” del día le gustaría volver a ser sólo «la Tía-I».

Soy una madre de ésas a las que le gusta acariciar la cabeza de sus hijas con las uñas pintadas…

Soy una madre de ésas que daría la vida por sus hijas. Pero que durante gran parte de esa vida no quiso ser madre.

Soy una madre de ésas que no se imagina la vida sin sus hijas… pero que a veces fantasea con qué hubiese sido de ella sin ellas.

Soy una madre de ésas que nunca quiso ser una de esas madres que dice adiós a sus hijas un fin de semana de cada dos y una tarde entre semana. Y también soy una madre de ésas que ha comprendido que lo mejor para que sus hijas sean felices es que ella empiece a serlo.

Soy una madre que sufre, que ríe, que llora, que ama como nunca, que pelea, que se siente poderosa y al segundo insignificante, que canta, que baila, que lucha, que quiere jugar más, que quiere dormir más, que duda, que enseña, que se enorgullece, que claudica, que retoma, que vuelve a caer, que se vuelve a levantar…

Soy una madre de ésas… una madre de tantas… una madre sin más.

Un comentario en “Una madre de ésas

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s