Dos años tomando decisiones y, sobre todo y por encima de todo, siendo INMENSAMENTE FELIZ. Realmente pienso y siento que no puedo pedirle más a la vida (bueno… venga… el euromillones…) y eso hace que todo, absolutamente todo, se vea de otro color.
Tengo unas hijas increíbles, una familia unida y fuerte que se ha empeñado en demostrar que podemos con todo (que digo yo que ya está más que demostrado, no hace falta insistir), un trabajo aburrido pero cómodo que me permite vivir y dedicarle tiempo a mis hijas y a mí misma, una casa que me encanta y en la que estamos encantadas, un corazón llenito de amor y amistad y una cabeza bien alta con la que seguir avanzando por el camino que yo misma voy dibujando. Con todo esto… los tropiezos acaban siendo sólo eso… tropiezos… nada que ver con las caídas al abismo de otros tiempos.
Así que, señoras y señoras… les animo a que tomen lo mismo que yo -decisiones, sean cualesquiera que sean- y sean felices. Sobre todo, sean felices. O, al menos, déjense la vida en ello.
Que suena esta frase 😉! Me encantó ! La compartí y me encanta que forme parte de este blog tan genial
Como
Tu !!!
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