Hay veces que es mejor dejar hablar a los demás.
Llevo un tiempo queriendo escribir sobre lo determinante que es la actitud en la vida, lo bien que me va a mí personalmente desde que «me encontré el ombligo», como dicen mis dos nenicas; desde que aprendí lo importante que era cuidarme a mí misma para poder cuidar mejor de los demás, desde que descubrí el valor de todo lo que me rodea, la enorme diferencia que hay entre un drama y una «circunstancia adversa que afrontar»….
Pero es que este tipo lo explica mucho mejor que yo, así que os dejo con él… ¡Aunque no prometo no retomar el tema!
¡Y punto pelota!
PD: Thanks again, Bro… por todas las cosas que enrique-zen mi vida 😉